Ángel Tolaba, autor del libro “Argumentación y Falacias Hoy”, manifestó que actualmente se utilizan hábiles técnicas de comunicación mediante redes sociales, fake news y memes para armar “argumentos falaces”. Criticó además, la falta de formación en el desarrollo de las currículas escolares.
“Si tuviéramos un auditorio con educación, con formación crítica, con los antídotos que la escuela pública debiera brindar, la falacia no circula, se le da un corte. Hay que hacer una modificación en la currícula”, dijo el docente en entrevista para el programa Sin Corbata, que se emite por Canal 2 de Salta.
Agregó que “lamentablemente tenemos un sistema educativo vaciado y hay un bombardeo permanente por parte de los medios de comunicación, las redes sociales, las cadenas, las fake news, hay una desinformación y malformación del auditorio”.
Apuntó que “los medios de comunicación se han sofisticado tanto, hoy se utilizan las imágenes, los audios, por el lado del humor, a través de los memes, y eso nos hace mucho más permeables, más vulnerables. Y hay una sabiduría técnica al servicio de los malos fines. Hoy hay medios para focalizar los perfiles del usuario, y en función de eso arman los argumentos falaces”.
En su libro, Tolaba anticipó que plantea que “un argumento es una pretensión. En la vida cotidiana, uno pretende que otro acepte una creencia, una idea, una directiva. Y para eso, como no somos robots que hacemos las cosas en forma automática, nos tienen que dar razones para hacer algo. Hoy con las redes sociales, los famosos memes, las noticias falsas, las cadenas de whatsapp, los pequeños videos, ha cambiado. Se canalizan también pretensiones o premisas y razones que no son buenas razones. Ahí aparece el concepto de falacias. Las falacias son argumentos que parecen correctos, pero en el fondo no lo son. ¿Y por qué engañan? Engañan porque hay un auditorio que recepta esos argumentos, que sintoniza de manera deliberada o por una confusión, con esas premisas que no son buenos argumentos”.
El autor de la obra explicó que “hoy los argumentos se leen través de las redes sociales e internet, en la antigüedad no tenían derecho a la palabra las mujeres, los metecos (extranjeros en ciudades griegas) y los esclavos, y los argumentos se daban en forma oral. Con la aparición de la imprenta, los argumentos se daban con la palabra escrita. El argumento es un conjunto de enunciados a través de palabras. Hoy en día hay otros formatos de circulación masiva que por ahí hacen que bajemos la guardia, que seamos muy permeables a la hora de analizar los argumentos”.
“Yo cuestiono al iniciador de la teoría de la argumentación en lenguaje natural y de la persuasión, que es Aristóteles. También él es el iniciador del primer catálogo de falacias. Se puede llegar a pensar que las formas de los engaños son infinitas, y no es así. Los modernos incorporaron falacias que Aristóteles había dejado de lado por una percepción clasista de la sociedad. Obvio, él vivía en una sociedad discriminadora. De acuerdo a los formatos…hoy tenemos nuevos odres para viejos vinagres, y se combinan entre sí. La gran pregunta que uno tiene que hacer es por qué en el intercambio de la comunicación, para algunos son importantes las falacias”, añadió Tolaba.
En este sentido, remarcó que “esto viene desde la antigüedad, porque seguramente a esa mujer que no participaba de la política, a los esclavos que se les decía que eran propiedad del amo porque usaba muy poco la palabra, se los convenció de que eran inferior o era una propiedad. Ahí está la presencia de la ideología del poder”.
Ángel Tolaba es profesor de Filosofía en la Universidad Nacional de Salta, especialista en derechos humanos y militante del Partido Obrero.