Buenos Aires / Argentina( Por Reynaldo Sarraute (1) El país está viviendo una situación atípica, que no tiene parangón en nuestra historia: Javier Milei nos lleva en línea recta y a inusual velocidad hacia una verdadera catástrofe económica y social. Y si afinamos un poco el oído, los ruidos políticos que emite su gobierno nos ponen ante la grave perspectiva de ir a la destrucción de las instituciones del Estado, la dislocación social y la balcanización del territorio nacional (*).
En la vida de los pueblos, como en un río, jamás se baña uno en las mismas aguas. La historia, no se repite. ¿Significa esto que no haya alguna vivencia colectiva pasada que nos ayude a leer adecuadamente la coyuntura presente?
Sí que las hay, y muy explícitas. Y tal como ha venido ocurriendo en todo momento crítico de las ultimas tres décadas (**), una vez más, Cristina Fernández de Kirchner nos ofrece una mirada lúcida sobre la realidad que nos acontece y nos propone un “qué hacer” para transformarla.
ARGENTINA EN SU TERCERA CRISIS DE DEUDA -Cuadro de situación-, así se llama el documento en el que CFK, hace unos meses, hizo pública su mirada (lo que le preocupa y la ocupa) en relación a la situación que estamos viviendo en Argentina.
Y lo hizo como siempre a su manera. Cristina, piensa situado y pone el cuerpo.
Se dirigió al conjunto de la sociedad argentina sin el menor indicio de ambición mezquina. No la motivó a saldar cuestiones personales. No buscó alimentar rosca alguna de frondas políticas. Al contrario, de manera amplia, abrió nuevamente el debate político, económico y social a todos y todas; a la ciudadana y al ciudadano; a quienes vivimos de un salario, de una jubilación o pensión; a quienes son empresarios (chicos, medianos, grandes y muy grandes) de la ciudad y del campo; a los dirigentes políticos, gremiales y sociales.
¿Por qué digo: “piensa situado”?
a) Porque su pensamiento está “pegado al suelo”; está enraizado en su comunidad; sintoniza armoniosamente con los verdaderos intereses del país, del pueblo.
b) Porque tiene la capacidad de analizar el conjunto de condiciones (políticas, sociales, económicas, psicológicas…) que articulan entre sí y caracterizan los diversos “momentos” del devenir de la situación nacional, siempre en un marco internacional.
c) Porque logra distinguir, en ese intrincado embrollo de condiciones, el elemento clave, la punta del ovillo que le permite comprender la situación, entenderla, explicarla, actuar y llamar a la acción. (*)
En suma, piensa situado porque en el documento analiza de manera objetiva los orígenes y los desenlaces de las dos primeras crisis de deuda de Argentina, y con ese saber pone el foco en la crisis actual y en cómo resolverla.
¿Hace falta decir algo respecto a que ella “pone el cuerpo”? ¡Claro que no! Hace ya muchos años que Cristina Fernández de Kirchner se encuentra a la intemperie, expuesta al escarnio mediático, a la persecución judicial infundada, a la envidia y el prejuicio político de propios y ajenos, y al intento de asesinarla. Y nada ni nadie la acalló. Nada ni nadie la desvió de la militancia activa, del peronismo, de la lealtad al pueblo y al país.
Hasta aquí llega, de momento, mi reflexión respecto al documento de Cristina. No me movió otro objetivo que tratar de estimular su lectura para considerarla en la acción.
(1) Reynaldo Sarraute, militante kirchnerista.
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(*) “Javier Milei nos está llevando a la disolución nacional y a la dislocación social” -Carlos Bianco, Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
(**) Recordemos, sin ir más lejos, aquel impactante discurso del 13 de abril de 2016, donde formuló un verdadero plan de acción para que los peronistas y la ciudadanía toda pudiéramos salir de la encerrona reaccionaria que representaba el gobierno macrista. Recordemos también las innumerables advertencias que le hizo al presidente Alberto Fernández (primero en privado, luego en público) respecto al rumbo equivocado por el que estaba llevando al gobierno nacional, tanto en el plano de la negociación con el FMI como en el de la distribución del ingreso.
(*) En a, b y c, parafraseo a Rodolfo Kusch y a Pierre Vilar.