Perú – Desde la asunción del Gobierno de Dina Boluarte se han producido cerca de 50 muertos reportados hasta el momento, debido a la represión estatal y Puno fue el más reciente epicentro, con alrededor de 20 víctimas fatales en un solo día, no obstante, movimientos sociales y organizaciones de derechos humanos denuncian que pueden ser más, por las irregularidades en el llenado de los certificados de defunción.
El primer ministro de Perú, Alberto Otárola, anunció el martes que el Gobierno de la presidenta designada Dina Boluarte decretó un toque de queda por tres días de la ciudad de Puno, epicentro de las protestas, luego de la masacre cometida por fuerzas estatales contra manifestantes en los últimos días.
“Hemos aprobado en el Consejo de Ministros un decreto supremo que declara la inmovilización social obligatoria (toque de queda) en Puno por el plazo de tres días desde las 20.00 horas hasta las 4.00 de la mañana. Esto en salvaguardia de la vida, la integridad y libertad de todos los ciudadanos de Puno”, dijo el premier Otárola, exministro de Defensa.
Las manifestaciones comenzaron en el país poco después de que, el 7 de diciembre, las autoridades detuvieran al entonces presidente Pedro Castillo por cargos de rebelión. Cuando la presidenta designada, Dina Boluarte, declaró en diciembre el estado de emergencia, los militares salieron a las calles y han dirigido las operaciones de represión contra civiles.
El Gobierno acordó declarar un “duelo nacional laborable” para este miércoles “en respeto a los caídos” en las protestas, las cuales en menos de un mes suman 47 personas fallecidas.
El martes, la secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú, Jennie Dador, responsabilizó de las muertes del lunes al “uso indiscriminado de la fuerza” por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. “Lo que ocurrió realmente fue una masacre”, dijo y fue más allá: “Fueron asesinatos extrajudiciales”.