By Por Abel Cornejo:
En estos cinco meses de gestión recientemente cumplidos, es pertinente citar una frase del pensador norteamericano George Santayana, quien definía el fanatismo como “redoblar los esfuerzos cuando se ha olvidado el objetivo”. Esta reflexión es crucial, ya que muchas veces se redoblan esfuerzos sin tener claro el objetivo, especialmente en cuestiones ideológicas y dogmáticas, las cuales han cambiado significativamente en este tiempo.
¿Qué ha cambiado, por ejemplo? El tipo de cambio. Nos habían prometido que el cepo cambiaría, pero no se ha logrado. La consecuencia de eliminar el cepo sería la desaparición del impuesto PAÍS, que recauda 340 mil millones de pesos mensuales, es decir, 5.6 billones de pesos anuales. Sin embargo, mientras no ingresen entre 5 y 15 mil millones de dólares a las reservas del Banco Central, la salida del cepo parece lejana, como señalan economistas como Marcelo Bonelli, Carlos Melconian y Miguel Ángel Broda.
El Ministro de Economía parece estar cómodo con esta situación debido a los ingresos que genera. Esta semana se discutirá en el Senado la ley de base, presentada de manera más calmada después de una serie de insultos y agravios que llevaron a un enfrentamiento entre el senador Mayans y la vicepresidenta de la Nación. La ley de base es presentada por el gobierno como indispensable para gobernar, aunque fue abandonada en febrero. Desde entonces, ha habido un esfuerzo en la Cámara de Diputados para darle media sanción, pero solo se ha hablado con algunos senadores de manera individual.
Vemos un aprendizaje político en estos meses. La política, como instrumento transformador, no es mala ni una “casta”; lo que importa es la calidad de los políticos, no si pertenecen a una supuesta casta.
Hay otras dos cuestiones preocupantes: la obra pública y los plazos fijos. La paralización de la obra pública es un error garrafal, ya que es un dinamizador de la economía y esencial para la infraestructura del estado. Este debería haber sido un punto central en el acuerdo del 25 de mayo, que hasta ahora parece más un contrato de adhesión que un verdadero pacto.
Respecto a los plazos fijos, que eran la única herramienta para el ahorrista común, estos han disminuido un 80% desde diciembre. Cuidado con la salida del cepo y la reducción de los plazos fijos, ya que podrían provocar una estampida cambiaria.
En cinco meses de gobierno, la transparencia y la verdad han sido temas recurrentes. Carlos Melconian, quien no es precisamente un pensador progresista, ha señalado que las retenciones al campo no pueden eliminarse porque son una fuente importante de recaudación para el Estado. Además, el presidente ha afirmado que la inflación está bajando y que los salarios están subiendo, pero la realidad es que los incrementos salariales han sido menores a la inflación.
Con la mega devaluación de diciembre, los salarios en 2024 son comparables a los de 2017, y el poder adquisitivo sigue siendo históricamente bajo. La inflación sigue en una trayectoria ascendente, y aunque algunos gremios han logrado pequeños incrementos salariales, estos no compensan la inflación.
En resumen, la gestión de estos cinco meses ha estado marcada por promesas incumplidas, una falta de claridad en los objetivos y una serie de decisiones que afectan negativamente la economía y el bienestar de la población. Es necesario un cambio de rumbo y una mayor transparencia para recuperar la confianza y avanzar hacia una recuperación económica real.
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