By Salta / Argentina (Por Gastón Espeche (1).-“Lástima a nadie, maestro” fue lo que dijo Maradona en un programa de televisión en el año 2001, cuando José “El Pibe” San Filippo hizo una alusión muy artera sobre el pasado como violador de menores a Héctor “Bambino” Veira. Acto seguido, toda la turba adolescente y no tan adolescente llenó de aplausos el estudio al grito de “olé, olé, olé, olé, Diegooooo, Diegoooo”. Una de las tantas máximas Maradonianas que nos alegran la vida. Pero el Diez estaba más preocupado por ver con cuál de las dos rubias que estaban en el público se iba a retirar después del programa. Al César lo que es del César ¡Más vale!
Si el astro del fútbol se teñía de azul el pelo, al otro día todos estaban con el pelo azul. Si se hacía un tatuaje del Che, todos se tatuaban la cara que inmortalizó Korda en la fotografía. Los pibes quieren tener una imagen paterna que no sea el padre así poder asesinarlo (simbolicamente hablando) y tener a su disposición las mujeres u hombres de la tribu.
Estaba hojeando el diario el otro día cuando veo la multitudinaria marcha libertaria acompañando al líder. Gente disfrazada de Milei, con motosierras, dólares gigantes, “abajo la casta empobrecedora”, banderitas argentinas, amarillas. Cuando uno los ve y los escucha hablar dan la impresión genuina de que tiraron la toalla, que se hartaron de que su abuela haga empanadas, de que su madre haga empanadas, mientras observan como “transa” la “casta” para enriquecerse a costa del pueblo de Salta (del pueblo de Salta, no apartes tu love). Muchos de ellos son jóvenes que trabajan en sangucherías, deliveries, mozos, chicas que cuidan niños, que lavan ropa. Acordémonos que hay un sesenta por ciento de pobres en la Argentina. También está la clase media que ya no puede viajar a Disney o cambiar el auto, que ante comprar una hamburguesa en McDonald’s y cargarle nafta al Clio, prefiere cargar nafta. Los pequeños negociantes que a esta altura ya no saben como costearse los insumos y temen cerrar sus puertas de comida saludable o vegetariana. Estos y más personas aún, esta mayoría silenciosa que aprovechó el pasado 12 de octubre para estallar como un grano infectado, como un volcán en erupción emanando pus en vez de lava, y después de incubar por tanto tiempo ¿a usted qué le parece? Por una época se le llamó descontento. Pero no se enoje querido lector o lectora, si bien este paisaje puede provocarle acidez, fíjese bien en la frase del Diego “lástima a nadie” y yo agrego “odio a nadie, maestro”. Vamos a hablar en serio.
Todo este descontento producto de una mala presidencia, de malas decisiones económicas, de una cuarentena que puso al mundo patas para arriba, de la corrupción, del empobrecimiento, de la inseguridad y sobre de la falta de auto crítica de muchos. Seamos sinceros, paremos la mano. Estaría bueno que algunas personas se bajaran del pony. Estaría bueno que la gente no estacione en doble fila, que respete el paso de los mayores, que salude a su vecino, que sepa pedir disculpas. Este país está mal porque hay muchos argentinos juntos.
Yo ya dije en una nota pasada que el voto a la Libertad Avanza es un grito desesperado de atención. Un manotazo de ahogado, pero ojo, uno que puede agarrar un hombro o una mano cercana de alguien y hundirse junto a él. Yo sé que a muchos nos dio ganas de llorar al ver los resultados de las PASO de agosto, y la multitud del cierre de campaña de Peluca en la tierra de Güemes. Algunos votaron de bronca enceguecidos, se dieron cuenta de algo, y retiraron su voto. Eso está bueno, eso es progreso. Pero dejen que se manifiesten, y no hagan como en algunos lugares, por ejemplo, en el predio Universidad Nacional de Jujuy, donde corrieron agresivamente a un grupo de libertarios confundidos que andaban repartiendo folletos de LLA. O como la barra brava de Gimnasia que arrasó con un stand del León en La Plata más por simbología futbolera que por ideología política Hay que ser fuerte con los fuertes y suave con los débiles.
La chica que sale a decir que las mujeres pinchan preservativos o que se aprovechan de los hombres para que eyaculen dentro de ellas claramente tiene cosas sin resolver. El otro señor que detesta Paka-Paka no conoce muy bien pequeños detalles de la historia ni de la historia de la educación. El hombre que se pone gorra amarilla que pregona el servicio militar obligatorio, tiene el procesador sin actualizar desde 1999 (todavía anda a LAN/Módem). Otro por allá que aprendió todo sobre la sexualidad mirando porno ¿Han visto que todos tienen algo en común? son borders, ya sea por su pensamiento o por su carácter, personajes paradigmáticos a quienes los pibes ven y quieren seguir porque ya nadie se pone una remera del Che, escucha Las Manos de Filippi, o vota a la izquierda. Se visten con remeras de Anime, escuchan a Bad Bunny y votan a la ultraderecha. Fíjense y tomen nota. Votar con convicción o nada, abandonar el voto estratégico. Esa es la posta para dormir más tranquilo.
(1) Profesor de Inglés/escritor/Contacto: +549387-4628296.
