Rawson/San Juan/Argentina (Por Laura Rojas (1).– Se aproximan las legislativas nacionales 2021, y ya se movieron piezas tal cual tablero de ajedrez. Salió humo y no de color blanco, ya que los nombres de los candidatos ha dejado mas dudas que certezas. Aunque algunos lo disfrazan de internas la verdad es que la fragmentación de Juntos por el Cambio sólo es muestra de los egoísmos personalistas, y la Unidad del Frente Todos en algunas Provincias no es diferente ante la exclusión de sectores de su propio riñón. Y la alfombra roja que conduce al galardón del Congreso Nacional empieza a hacer brillar los ojos de los populares y los no tan populares aspirantes.
Cuando toda la atención está puesta en las movidas políticas, pensando en el 2023 también, resulta que la liturgia del rito eleccionario en la actualidad se ve bastante afectado por el contexto post Covid19. Por un lado la situación sanitaria no mejora. Si bien la vacunación avanza aún quedan cuidados que tomar frente a nuevas variantes de esta mortal enfermedad. El necesario distanciamiento no permite las aglomeraciones de militantes y seguidores, quienes en nuestras historia política han logrado las grandes convocatorias que han sido instancia decisivas para medir fuerza y generar pánico al contrincante. Esto sumado a los descontentos y los nuevos debates que han hecho estragos en la sociedad: como la presencialidad ó virtualidad educativa, cuarentena ó anticuarentenas, vacunas ó antivacunas entre otras temáticas que han polarizado y recalentado la opinión pública.
La situación socio-económica tampoco ayuda, el electorado siente que se ha llevado la peor parte de esta pandemia. Las familias argentinas lloran todavía a sus muertos y la pérdida de su capacidad adquisitiva ante el desempleo y el cierre de empresas. Entonces la gestión de la misma en los gobiernos provinciales está puesta a consideración en las urnas. En este contexto de discursos y contradiscursos juegan un rol fundamental los medios de comunicación, y más aún las redes sociales. Porque la masividad deberá alcanzarse a través de un proselitismo agresivo e invasivo en el ciberespacio que provee la internet. El peligro es que a lo mediático desideologizado le de más rating el show transformándose todo en un circo vip. En medio de todo esto nunca faltan las consultoras midiendo y construyendo imagen. Aunque algunas han demostrado que su globo se pincha rápido.
El entrecruzamiento de informaciones falaces fake news, de contradiscursos teñidos de calumnias, y quizás podrían reeditarse bobedas o cuadernos inexistentes o alguna que cause mas gracia como la famosa reposera.
En definitiva el community manager y las inteligencias artificiales cumplirán un rol fundamental en la tarea de convencer. Por otra parte, el tema de ser figura política en los medios implicará una gran erogación de dinero, claro esto siempre es una constante en las campaña. El problema de esto, es que los que llegan son siempre los que amasan recursos económicos quedando en el camino los sueños y la luchas de los invisibles de siempre. Pero no todo es color de rosa para los candidatos. Ellos deberán enfrentarse con el territorio, donde la verdad es dura, y se vivencian las molestias de la agudización de necesidades, se conocen las lealtades y deslealtades, se observa la coherencia de lo que se dice y lo que se hace, y donde se puede sentir en carne propia el humor social. Y me pregunto, Será facil tocar a la puerta del ciudadano?
El contexto social post pandemia ha dejado traslucir fallas cruciales del sistema político, se comienza a vislumbrar una crisis de representación que pone en un estado de agonía la credibilidad que tiene la sociedad ante la dirigencia. En este sentido me parece destacar de manera positiva la actitud del presidente Alberto Fernández quien aceptó y apoyó la renuncia de sus funcionarios a sus cargos, para dedicarse a la campaña, ejemplo el Ministro de Defensa Rossi que fue dispensado. Estos son los actos que la sociedad argentina necesita de su dirigencia ante el caos que estamos viviendo.
Porque me atemoriza que las necesarias elecciones como un acto importantísimo para la democracia, se torne en un circo vip que genere más descontento y más desprestigio de la única herramienta de transformación social que existe, la política.
Parafraseando a un gran estadista “no hay que almorzarse la cena”, todo lo que ocurra en el camino a las legislativas 2021 será un escenario de prueba y error, y ante todo un importante momento para evaluar el desempeño de la dirigencia política que se pone a consideración del pueblo en las urnas.
(1) Politóloga/Coordinadora CIC Villa Krause/Municipalidad de Rawson/Directora Área Desarrollo Socio – Cultural – CEDI/Centro de Estudios p/ el Desarrollo Inclusivo.