Argentina – Luego de las críticas de Cristina Kirchner, el presidente Alberto Fernández aprovechó un acto para agradecer a las organizaciones sociales el papel que jugaron durante la pandemia. El Movimiento Evita y la UTEP sacaron comunicados sin mencionar a la vicepresidenta pero lamentando a quienes, a su entender, no comprenden el lugar de la economía popular.
El presidente Alberto Fernández destacó el trabajo que realizan los movimientos sociales y subrayó en especial la labor de “contención” que los sectores más vulnerables realizaron durante los momentos más difíciles de la pandemia. Fue en respuesta a las críticas que hizo la vicepresidenta Cristina Kirchner a lo que denominó la “tercerización” de la política social a través de estas organizaciones. Como era de imaginar, el planteo de Cristina generó toda una serie de repercusiones. El Movimiento Evita, al que hizo una alusión directa en su discurso del lunes, emitió una declaración lamentando que “sea incapaz de entender la realidad del trabajo en el siglo XXI”. En igual sentido, desde la UTEP plantearon que “la economía popular es trabajo, no tercerización”.
“Han trabajado denodadamente para que la Argentina no explote”, resaltó el Presidente en el acto que encabezó en el Museo del Bicentenario, donde lanzó el Foro Mundial de Derechos Humanos. Fernández sostuvo que el trabajo de las organizaciones evitó que se produjeran estallidos o saqueos. “No se llevaron la plata de los vulnerables, los acompañaron, los alimentaron, se asociaron al Estado en la gestión de todo eso”, resaltó. Aunque reconoció “picardías” de parte de organizaciones o de sus dirigentes -una referencia al pequeño porcentaje algunas le descuentan a los beneficiarios-, consideró que no era bueno generalizar. “No esperen que yo generalice, mi eterna deuda de gratitud para con cada una de esas organizaciones”, completó.
Fue la respuesta del Presidente a los cuestionamientos de la vicepresidenta a la política social. Por un lado, a la cantidad de planes sociales -1.300.000- que se distribuyen, siendo que la desocupación es de sólo el 7%. Cuando ella dejó la Casa Rosada, recordó, estaban en unos 250 mil planes. Pero, en particular, se refirió al papel de las organizaciones sociales, que tienen la potestad de decidir las altas y bajas de esos planes. “El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas. Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, es trabajo”, sostuvo la vicepresidenta, una frase muy criticada desde las organizaciones.
Las críticas de Cristina coinciden con las que vienen transmitiendo gobernadores e intendentes que están viendo crecer el peso de estos movimientos -ya sea oficialistas o de izquierda-, que en muchos casos desafían su poder territorial. Los jefes provinciales transmitieron esta inquietud al Presidente y preparan un proyecto para modificar la distribución de la asistencia social, de manera que se haga de manera más federal, de la misma manera que ya presentaron una propuesta de reforma de la Corte Suprema para que las provincias estén representadas. Desde La Cámpora, en tanto, proponen que los planes se centralicen a través de la Anses, que conduce Fernanda Raverta.
Esta ofensiva vino a impactar en la conducción de los movimientos sociales nucleados dentro del Frente de Todos y aledaños, que justamente pensaban en ganar espacio dentro del Gobierno, no perderlo. Por ejemplo, con la creación de un nuevo ministerio o agencia de la economía popular, que canalizaría toda la asistencia social y que estaría en sus manos. El Movimiento Evita adelantó una reunión prevista originalmente para el viernes, encabezada por los dirigentes y funcionarios Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, para discutir la respuesta que tomó forma a través de un comunicado en el que defendieron el rol de los movimientos sociales para “organizar una sociedad que reclama nuevas formas de producción y trabajo”.
Fuente: Destape web