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Efemérides Necesarias: Margaret Thatcher ordenó la matanza de 323 soldados argentinos.iberalism

Efemérides Necesarias: Margaret Thatcher ordenó la matanza de 323 soldados argentinos.iberalism

 

Salta / Argentina (Por Fernando Barbarán (1).- El 13 de octubre de 1925 nació en Grantham, Inglaterra, Margaret Thatcher. Referente del liberalismo global, fue la decidora del crimen de guerra cometido contra el Crucero General Belgrano y la pérdida de la vida de 323 soldados argentinos.

Acomodada del Estado

Como todo libertario, Margaret Thatcher fue de esas personas que renegaron del Estado, pero siendo parte de este, manteniendo negocios con el mismo o vivir de los impuestos de los que tanto le gustaba quejarse.

Su padre fue uno más de los empleados permanentes de la política, igualito como se da acá. El Señor Alfred Roberts ocupó cargos gubernamentales en Grantham y hasta llegó a ser alcalde. Todo esto le permitió a Margaret tener un buen pasar y poder estudiar cómodamente. Durante sus años de universidad, cuando estudiaba química, se unió a la Asamblea de Conservadores y le atrajeron sus ideas de economía liberal, que propugnaban una baja presión del Estado y ataques a los Laboristas, uno de los partidos de masas más importante de Reino Unido.

Fernando Barbarán, columnista 

Esto la llevó a unirse a la política muy rápido y desde el año 1950 participó activamente como candidata parlamentaria de su pueblo. En estos mitines rosqueros conoció a Denis Thatcher, un empresario inglés indignado con las políticas económicas de bienestar, quien le dio dos hijos, el apellido y le financió los estudios de abogacía. Margaret se especializó en derecho tributario y empezó una feroz carrera para alcanzar cargos políticos. Lo logró: llegó a ser parlamentaria de la mano del Partido Conservador, luego Subsecretaria del Ministerio de Asuntos Sociales, avanzó hacia el Ministerio de Vivienda y Suelo, después en el Tesoro de Su Majestad y antes de ser Primer Ministra alcanzó las carteras de Transporte y la de Educación.

Thatcher llega al mando del Ministerio de Educación de Reino Unido luego de la victoria de los conservadores, de la mano de Edward Heath, en las elecciones generales de 1970. Las políticas educativas que llevó a cabo generaron gran malestar en la población. Antes de asumir ya avisaba que su gestión estaría enfocada en la reducción de los gastos de educación y en los primeros meses de gestión impuso un fuerte recorte del gasto público en el sistema educativo, reduciendo y dividiendo niveles y desfinanciando recursos. La política que más críticas despertó fue la suspensión de la leche gratuita al alumnado de entre siete y once años y la sociedad la ridiculizó llamándola “milk thief” (“ladrona de la leche”).

La impopularidad del Primer Ministro Edward Heath llevó a que los conservadores pierdan las elecciones de 1974, en las cuales asume el Partido Laborista con escasa mayoría. Estos no pudieron hacer frente a las crisis del Reino Unido, como el aumento del desempleo y el aumento de la inflación de precios. En este contexto, Thatcher aprovechó para consolidarse como líder de la oposición asegurando que estaba “renovando al Partido Conservador”. ¿Cómo lo hizo? Primero consiguió un financista para su campaña política y encontró apoyo en el think tank Institute of Economic Affairs (Instituto de Asuntos Económicos) fundado por el magnate Antony Fisher, un discípulo de Friedrich von Hayek. Luego, recibió capacitaciones de un reconocido productor de televisión llamado Gordon Reece para poder trabajar en la construcción mediática de la “Margaret Thatcher Líder de la Oposición”. A continuación, los asesores de Thatcher se encargaron de las comunicaciones y la redacción de mensajes basados principalmente en el antagonismo con el Estado de Bienestar, contra los impuestos, contra el socialismo, contra la Unión Soviética, contra alguna minoría o contra cualquier blanco fácil, acusándolos de los males de la sociedad británica. (¿Alguna coincidencia con la realidad?).

Ante el aumento mediático de Thatcher y la tibieza del Partido Laborista de tomar medidas que generen bienestar en la sociedad, los conservadores ganaron cómodamente las elecciones de 1979 y Margaret Thatcher se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de primer ministro en la historia del Reino Unido.

Inmediatamente aplicó un programa de recortes del gasto social, privatización de empresas nacionales, desregularización a empresas especuladoras de servicios financieros, exenciones impositivas para los ricos (empresarios y rentistas), desindustrialización y debilitamiento de los sindicatos, que ya venían golpeados por el creciente desempleo, el cual no aumentó con las medidas del thatcherismo. Devenido de esto, desarrolló una histérica política anti-obrera, ya que no podía contener las huelgas o hacer descender el desempleo, pero encontró en el sindicalismo el enemigo ideal para poder mantener su proyecto político y económico. El confortamiento del Estado británico contra las huelgas mineras, confirmaban que las políticas neoliberales de Thatcher no era más que la lucha de clases abiertamente.

Todo indicaba que los conservadores no podrían ganar las próximas elecciones, pero la victoria del Reino Unido sobre Argentina en la Guerra de Malvinas, le dio un impulso nacionalista a Margaret Thatcher que le permitió renovar el cargo de Primer Ministra durante unos años más. Con esa impronta ganadora y consolidada como una de las líderes mundiales junto a Ronald Reagan de los Estados Unidos, avanzó en sus medidas de “libertad” económica. Se sacó las ganas de recortar definitivamente la educación pública, completó el plan de privatizaciones de empresas esenciales del Estado e implementó un sistema de impuestos completamente regresivo (el “poll tax”, que en otras palabras significa que los que tienen poco paguen más y los que tienen mucho paguen menos), para poder mantener una de las estructuras estatales más parásitas de la historia de la humanidad: la monarquía. Todo esto generó un rechazo popular que fue aumentando hasta ocasionar la renuncia de Thatcher en 1990.

Hundimiento del ARA General Belgrano

Al poco tiempo de comenzar la Guerra de Malvinas en 1982, luego del desembarco de tropas argentinas en Puerto Argentino, de la Isla Soledad, el gobierno británico se apresuró en declarar una Zona de Exclusión Total para proteger las naves mercantes de su bandera que se encontraban al sur del Océano Atlántico. Esto lo hizo obedeciendo a las convenciones internacionales sobre las leyes de la guerra. La Zona de Exclusión Total era una circunferencia imaginaria de doscientas millas náuticas de radio con centro en el sector central de las Islas Malvinas.

Según los documentos oficiales de Reino Unido, el 30 de abril de 1982, el submarino HMS Conqueror informó que había detectado un buque de la Armada Argentina navegando fuera de la Zona de Exclusión. La información fue interceptada por los servicios de inteligencia de la Unión Soviética que compartió los datos con la Dictadura Militar argentina, pero estos hicieron caso omiso por temor a defraudar a Estados Unidos. El 2 de mayo de 1982, luego de una reunión entre los altos de la Marina Real Británica y Margaret Thatcher, se tomó la decisión de hundir al Crucero General Belgrano.

En los hechos, el General Belgrano era un buque escuela de la Armada Argentina, que tenía la única misión de estacionarse en la Isla de Los Estados (Tierra del Fuego) para cumplir tareas de vigilancia. Los impactos del submarino inglés generaron un shock en los mil noventa y tres (1093) tripulantes y la muerte inmediata de doscientos noventa y cinco (295) soldados argentinos. Durante la evacuación y las operaciones de rescate las víctimas aumentaron a trescientos veintitrés (323), un poco menos de la mitad del total de bajas argentinas durante la Guerra de Malvinas.

El 2 de julio de 2000, familiares de los caídos, denunciaron a Thatcher por el hundimiento del Crucero General Belgrano por homicidio calificado ante el Tribunal Internacional de Derechos Humanos.

La constante hipocresía libertaria

Finalmente, la “Dama de Hierro”, luego de haberse instalado como la mujer que traería prosperidad, libertad y bajos impuestos a la sociedad británica, terminó siendo una hipócrita más que no pudo sostener su discurso atractivo, pero carente de realidad.

Thatcher aborreció en sus discursos siempre al Estado. Sin embargo, gracias a la excelente relación que tenía con la reina Isabel II, con quien almorzaba dos veces por semana, terminó sus días siendo “baronesa” viviendo de los impuestos de los contribuyentes. Sin mencionar que todas sus políticas para favorecer a los poderes concentrados de la economía fueron aplicadas con una enorme intervención del Estado.

Como referente junto a Ronald Reagan del neoliberalismo internacional, con la obsecuencia de las dictaduras latinoamericanas, Margaret Thatcher entró en la historia como una de las más férreas jefas de Estado, al aplicar insensiblemente ciertas medidas económicas que afectaban a sectores amplios de la sociedad. Muchos serviles a los intereses extranjeros de Argentina la ven como una referente, a pesar de haber sido la responsable de la muerte de 323 soldados argentinos.

(1) Columnista en La Columna NOA/Columnista en Radio Novgorod/Contacto: ferbarbaran@hotmail.com/+5493875206852.

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