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Efemérides Necesarias: La Revolución Cubana. 

Efemérides Necesarias: La Revolución Cubana. 

PREFACIO 

Sencillamente y a simple vista la historia se nos presenta como un simple recuerdo estampado en antiguos documentos, restos arqueológicos y fantasías de comunidades que vivieron atemporalmente una etapa de la humanidad. Además, la historia no solamente la conocemos como una visión minimalista de la misma, sino que tampoco puede escapar a la hegemonía cultural y en la mayoría de los casos solamente estamos al tanto de la versión de los vencedores; la historia de los protagonistas de la historia, valga la redundancia, o de las mismas sociedades, sus culturas, políticas y formas de concebir el mundo, siempre está interceptada por la visión hegemónica de quien dirige la sociedad. Estos dos factores, generalmente no nos permiten relacionar los grandes acontecimientos de la historia y su correlación con los posteriores y los presentes, porque no entendemos (o no nos dejan entender) la historia como una ciencia capaz de analizar el pasado y transformar la realidad. Es decir que, la historia nos ofrece la posibilidad de entender el mundo que nos rodea, sus cambios sociales y el progreso de la humanidad. Sin embargo, la historia también es justicia, porque al analizarla vamos descubriendo que todo acontecimiento surge como una solución a contradicciones de movimientos anteriores: ningún hecho histórico es aislado y sucede espontáneamente, sino que es resultado de opresiones e injusticias de una persona sobre otra, de un grupo social sobre otro, de una clase sobre otra que dejaron de ser aceptadas por el sujeto o conjunto oprimido y, a través de un acontecimiento o hecho histórico, cambiaron las relaciones, transformaron la realidad y resultaron en progreso a la humanidad. De esta manera, desde esta humilde columna denominada “Efemérides Necesarias”, intentaremos analizar la historia pasada desde los “de abajo”, no desde la mirada de los dominadores, opresores o explotadores, sino desde la rebeldía de los pueblos y las clases sometidas. Todas nuestras historias ya son sufrientes se enturbian y quedan atrás. Nos quieren pacientes. Pasen y vean. Los agradecimientos son de antemano. Hoy, abordamos la Revolución Cubana.

Salta/Argentina (Por Fernando Barbarán(1).- Un primero de enero de 1959, luego de un poco más de dos años de lucha armada, las fuerzas revolucionarias ingresan a la ciudad de La Habana y Santiago de Cuba en simultáneo, finalizan con la dictadura de Fulgencio Batista y dan inicio a un periodo de profundos cambios revolucionarios en la sociedad, cultura, economía y política de la República de Cuba. A sesenta y tres años de este acontecimiento, recordamos los hechos que llevaron a la instauración del socialismo cubano, ese faro que supo guiar los procesos de liberación nacional en los países del tercer mundo y que actualmente sigue siendo ejemplo de dignidad nacional, legitimidad y viabilidad.

Antecedentes

  • El primer antecedente necesario de mencionar es la independencia cubana de España. La Guerra de Independencia de Cuba o la Guerra Necesaria, como la denominó José Martí, fue el último de una serie de enfrentamientos bélicos de grupos de independentistas cubanos contra las fuerzas españolas en la isla. Se considera a Cuba como la última nación en independizarse de la colonización española y, si bien los procesos fueron distintos al del resto de las naciones latinoamericanas, las razones fueron prácticamente las mismas: presiones impositivas del gobierno español, restricciones comerciales y una fuerte conciencia nacional en el pueblo cubano que se sentía capaz de autogobernarse. 
  • Uno de los ideólogos de la liberación cubana fue José Martí. La lucha que encabeza Martí contra los españoles, no solamente llevaba consignas independentistas, sino también transformaciones sociales en las relaciones cubanas, que iban desde la inclusión de las minorías, la participación popular y la democracia como finalidad. Así como Martí hereda los idearios revolucionarios de José de San Martín y Simón Bolívar, termina trasladando esa responsabilidad histórica a los jóvenes cubanos de la generación de Fidel Castro. Martí muere en batalla y no puede llegar al triunfo de la independencia o interceder sobre la intromisión de Estados Unidos en la naciente nación cubana, pero su pensamiento revolucionario quedará presente durante los siguientes años y hasta hoy. 
  • Muy cercanamente Estados Unidos seguía la Guerra de la Independencia de Cuba. El interés oculto norteamericano de ayudar a la lucha independentista cubana era abrirle paso a los inversionistas para que puedan explotar el mercado cubano. De esta manera, Estados Unidos se provoca un autoatentado (como tantas otras veces en su historia) y se autodestruye un acorazado llamado Maine cuando habían ido a “buscar a La Habana ciudadanos estadounidenses que buscaban escapar de las revueltas cubanas”. Este genera el ingreso norteamericano a la guerra, apoyando al bando cubano y expulsando definitivamente a los españoles de la isla. Pero claro, esto no fue gratis. Inmediatamente Estados Unidos le otorga una nueva constitución a Cuba, regulándole las normas económicas, estableciendo la presencia norteamericana en la isla y apropiándose de la base de militar de Guantánamo. Cuba no se independiza, solamente cambia de patrón y se establece en la isla el Primer Gobierno Militar Estadounidense en Cuba que duraría hasta 1902, dando lugar al periodo neocolonial de la República de Cuba. 
  • La República Neocolonial de Cuba, está caracterizada por la sucesión de gobiernos afines a los Estados Unidos como el de Tomás Estrada Palma o Gerardo Machado, que tenían como finalidad mantener los intereses de los inversionistas capitalistas en la isla, proveyéndole protecciones estatales, eximiéndolos de presiones fiscales y reprimiendo cualquier intento de levantamiento campesino u obrero. Los gobernadores de Cuba lacayos de Estados Unidos hicieron tan bien su tarea que la isla se convirtió rápidamente en un cabaret internacional donde reinaba el mercado negro, la delincuencia, la prostitución y la corrupción generalizada, hundiendo cada vez más al pueblo cubano en la miseria. 
  • La Dictadura pro Estados Unidos de Gerardo Machado estuvo marcada por una profunda crisis social y económica agravada por los efectos de la Gran Depresión de 1929. Así también por una persecución constante a los partidos políticos, sobre todo a los revolucionarios y comunistas, y el asesinato de dirigentes opositores. Un conjunto de huelgas generales por parte de obreros acompañados del estudiantado universitario, comienzan en 1930 el proceso denominado Revolución del Treinta. Esto fue el final de Gerardo Machado, pero el aplacamiento de las revueltas y la aparición en la escena política cubana de Fulgencio Batista.  
  • En 1933, Fulgencio Batista produce un golpe de Estado contra un gobierno temporal virtualmente dirigido por la Embajada de Estados Unidos. Si bien la Dictadura de Batista trae cierta estabilidad económica en Cuba y propicia la formulación de una nueva constitución con la participación de la mayoría de los partidos políticos, los problemas subyacentes cubanos como la pobreza, la dependencia económica y militar de Estados Unidos, la corrupción política y los vínculos con la mafia norteamericana y el deseo de la independencia definitiva todavía estaban marcados en la sociedad. 
  • Un grupo de intelectuales, políticos, universitarios y otros interesados en la vida política de Cuba, en descontento con la Dictadura de Batista y la forma de organización de la República en general, se organizan bajo el nombre de Partido Ortodoxo Cubano, que contaba entre sus filas a un joven universitario llamado Fidel Castro. El Partido Ortodoxo rápidamente cobra popularidad y se encamina a la victoria en las elecciones presidenciales de 1952 liderados por Roberto Agramonte. La Embajada de Estados Unidos y Batista no lo permiten y este provoca un nuevo golpe de Estado días antes de las elecciones. La Dictadura de Batista estaba cada vez más apañada por la mafia norteamericana y cada vez más cruel con el pueblo cubano, donde prosperaba el hambre, la prostitución y los juegos de azar. 
  • Quizás suena redundante, pero es necesario remarcar que el pueblo cubano estaba sumiso a la mafia estadounidense que traía aparejada la corrupción, la delincuencia, la ludopatía y la prostitución. Así también, el pueblo cubano estaba hundido en el desempleo, el analfabetismo, el atraso tecnológico, enfermedades tropicales, desastres naturales, la violencia estatal y la falta de participación democrática. 
  • No es menor tampoco mencionar los antecedentes internacionales que contribuyeron al contexto de poder imaginar una revolución armada en Cuba victoriosa. Desde la Revolución de Octubre de 1917 y la conformación de la Unión Soviética, o los gobiernos nacionalistas en la Guatemala de Jacobo Arbenz, la Argentina de Juan Domingo Perón y un mundo dividido por las diferencias ideológicas de la Guerra Fría, ayudaron a establecer una revolución socialista en las narices del mismísimo Estados Unidos. 

La Lucha Armada

Por los cien años del nacimiento de José Martí, un grupo de estudiantes e intelectuales, varones y mujeres, seguidores de las ideas revolucionarias, deciden conformar un grupo denominado la “Generación del Centenario”. Estas personas estuvieron lideradas por Fidel Castro, quien los organiza militarmente y el 26 de julio de 1956 atacan al Cuartel Moncada del Ejército Cubano en la ciudad de Santiago de Cuba. Fracasan y suman decenas de muertos. La dictadura batistiana inmediatamente aprisiona a Fidel Castro y lo encierra en la Isla de Pinos. Durante los juicios a los militantes revolucionarios, Fidel Castro pronuncia su alegato ante los jueces que se transformará en un documento político para la época y un archivo histórico fundamental para entender la Revolución Cubana, conocido como “La historia me absolverá”. Por presión popular y judicial, los participantes del ataque al Cuartel Moncada recuperan la libertad a través de un armisticio concedido por Batista y Fidel Castro, después de veintidós meses de encierro, se exilia en México, donde, en honor al ataque frustrado, crea el Movimiento 26 de Julio (M-26-7), que sería la principal organización en derrocar la dictadura batistiana durante la Revolución Cubana. Durante un poco más de un año, Fidel Castro desde México renueva contactos estratégicos con personajes políticos en Cuba para juntar apoyo y recursos. Mientras tanto entrena y se organiza militarmente junto a casi cien militantes dispuestos a retornar a la isla bajo la bandera del M-26-7 y consumar la revolución, donde se destacan, entre otros, su hermano Raúl Castro, Juan Manuel Márquez, Juan Almeida Bosque, Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara. Pasan días enteros no solamente practicando, sino también desarrollando tácticas de guerra que les permitan una victoria segura al llegar a Cuba. Finalmente, el 25 de noviembre de 1956, zarpan desde Tuxpan, Veracruz, ochenta y dos guerrilleros con dirección a Playa Las Coloradas, en las costas orientales de Cuba. La primera incursión de los revolucionarios en la isla es desastrosa: se sufre una derrota inicial en Alegría de Pío, pierden unos sesenta combatientes y quedan dispersos en una zona de difícil acceso. Sin embargo, el espíritu revolucionario pudo más y el M-26-7, con un puñado de veinte sobrevivientes, se instalan en el interior de la Sierra Maestra y comienza la guerra de guerrillas contra los ochenta mil soldados que conformaban el ejército de Batista; una relación de 4.000 a 1.Las estrategias y actividades que desarrollaba el M-26-7 durante el transcurso de la lucha armada fueron las siguientes:

  • En un principio, la toma de posiciones militares del ejercito batistiano fueron fundamentales para la conformación del poder del M-26-7 y el quiebre moral del enemigo, como ser la toma del Cuartel de La Plata.
  • A medida que iban avanzando la toma de posiciones militares, el M-26-7 también fue controlando poblados o parajes, obteniendo así recursos para el movimiento y mayor apoyo popular por parte del campesinado.
  • Mientras iban avanzando y controlando zonas, el M-26-7 fue ramificando sus columnas y sus células por lugares estratégicos de la isla de Cuba. Las columnas principales estaban dirigidas por Ernesto Che Guevara, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos y Juan Almeida.
  • El control de los poblados permitía ir controlando recursos gubernamentales como ser hospitales y centros comunitarios en general. Raúl Castro fue el encargado de organizar una verdadera estructura gubernamental rebelde en los territorios que iban liberando.
  • El control de los medios de comunicación y el manejo de la prensa jugó un papel fundamental. Las entrevistas del New York Times a Fidel Castro, la de Masetti al Che Guevara en Sierra Maestra, la toma de Radio Reloj o hasta el mismísimo secuestro a Juan Manuel Fangio y la repercusión que esto tuvo, volcaron la opinión pública en favor de los revolucionarios.
  • El M-26-7 también iba realizando acuerdos políticos en su recorrido hacia la toma del poder. Sus principales alianzas fueron con Frank País, maestro revolucionario; el Directorio Revolucionario de José Antonio Echeverría, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria; el Segundo Frente Nacional del Escambray, de Eloy Gutiérrez Menoyo; y el Partido Socialista Popular, todos fueron protagonistas de la Revolución Cubana brindando desde apoyo logístico hasta participaciones armadas.
  • Fidel Castro también fue muy eficiente en el uso de acuerdos diplomáticos, con la finalidad de volcar la balanza de la contienda en favor del M-26-7. Así como brindaba entrevistas a los principales medios estadounidenses, no dudó en aceptar el apoyo que recibió del gobierno norteamericano durante los primeros días de la revolución. Así también, en acuerdos llevados a cabo con el Comité Internacional de la Cruz Roja, pudo hacer que se reconozca el trato humanitario a los caídos en combate, de ambos bandos y basó sus despliegues guerrilleros en base al Derecho Internacional Humanitario.
  • Si en un principio fueron poblados o parajes, sobre el final del enfrentamiento, la toma de las ciudades principales de Cuba significó el avance final hacia la victoria del M-26-7. Antes del 1 de enero de 1959 las columnas de Guevara y Cienfuegos habían tomado la ciudad de Santa Clara y, Fidel Castro, mientras tanto, proclamaba a Santiago de Cuba como capital provisional.

El 31 de diciembre 1958, cuando las columnas de Guevara y Cienfuegos tomaron el tren blindado que el gobierno batistiano había enviado para fortificar la ciudad de Santa Clara, Batista decidió huir cobardemente hacia Santo Domingo (República Dominicana) robándose unos dos millones de dólares de las arcas estatales. Luego se refugia en la España de Francisco Franco, otro dictador nefasto de su misma calaña, hasta que muere miserablemente en 1973. El país queda acéfalo y a cargo del general Eulogio Cantillo. Luego de una reunión entre Fidel Castro y el general Eulogio Cantillo, este último le propone crear una junta militar de gobierno. Fidel Castro lo rechaza y ordena a las fuerzas revolucionarias avanzar hacia La Habana y él dirigirse a Santiago de Cuba. El 1 de enero de 1959 se proclama la liberación de Cubano solamente de la Dictadura de Batista, sino de cualquier nación extranjera, rasgo de este acontecimiento que perdura hasta nuestros días.

Personajes 

Fidel Castro: Definitivamente el personaje más importante de este acontecimiento histórico es Fidel. Pero también lo es para la historia general del Siglo XX. La mirada revolucionaria de Fidel, junto con sus habilidades en diplomacia y liderazgo político indiscutible, hicieron de él uno de los estadistas más grandes de la historia. Asímismo, fueron sus ideas marxistas-leninistas las que llevaron a Fidel a entender la necesidad de lograr una revolución en Latinoamérica y declararla socialista, para poner de manifiesto la posibilidad práctica de una liberación definitiva de las naciones del hemisferio sur del capital imperialista.

Ernesto Che Guevara: El Che Guevara otorgaba un papel fundamental a la lucha armada, es cierto. Pero lo que fue la finalidad de Guevara para la parte que le tocaba de la Revolución Cubana fue el principio del humanismo marxista. El Che criticaba el humanismo burgués, cristiano, tradicionalista y filantrópico. Para él es indispensable pensar el humanismo como una empatía general y desde una perspectiva de la clase trabajadora. Así también, otorgaba un rol fundamental a la ética individual del ciudadano en la sociedad socialista. Este aspecto lo desarrolló bajo el concepto del “hombre nuevo socialista”, al que veía como un individuo fuertemente movido por una ética personal que lo impulsa a la solidaridad y el bien común sin necesidad de incentivos materiales para ello.

Raúl Castro: La lealtad y capacidad de organización de Raúl fueron fundamentales en los acontecimientos de la Revolución Cubana y en la gestión estatal de la Cuba socialista. No solamente fue un comandante entregado totalmente al servicio de la causa, sino también otro dirigente convencido de la necesidad de la liberación de las naciones oprimidas del Tercer Mundo. Sus aportes como funcionario llevaron a que Cuba apoye militarmente diferentes procesos de liberación nacional, como en Vietnam, Angola, el Congo, entre otros. Pero así también, se destacó por su capacidad de organización y gestión de recursos, que, en una economía como la cubana, es muy útil contar con un cuadro político como Raúl.

Camilo Cienfuegos: El carisma y la ternura del joven revolucionario Camilo repercutió positivamente en el M-26-7 y el desarrollo de los enfrentamientos. Camilo siempre fue adorado por los cubanos y las cubanas que soñaban con que llegue el día final de la Dictadura de Batista y las mafias norteamericanas, y, si bien Camilo no pudo disfrutar el horizonte socialista que propuso Cuba a la humanidad, les dio el regalo de la liberación a esos cubanos y cubanas que tanto lo admiraban.

Actualidad

Las primeras décadas de la Cuba revolucionaria fueron años de prosperidad con altos niveles de crecimiento, ocupación, salarios y desarrollo educativo y cultural. Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Cuba entró en una profunda crisis denominada “periodo especial”, caracterizada por la penuria alimentaria y el derrumbe de las principales exportaciones. El mundo occidental y unipolar celebraba anticipadamente que el socialismo en Cuba llegaría a su fin en cuestión de días. Contra todo pronóstico, eso no sucedió; el gobierno implementó una estrategia de supervivencia que implicó una relativa apertura económica (atracción de inversiones extranjeras, dolarización parcial de la economía, etc.). Sin embargo, los cambios sociales y culturales de la revolución nunca sufrieron modificaciones; los niveles de alfabetización siguen siendo los más altos a nivel mundial, así también la asistencia en salud tanto nacional como internacional, la educación primaria, media y superior continúan manteniendo niveles de calidad, la cooperación internacional todavía es característica principal de las políticas cubanas, los índices de desarrollo humano son aún ejemplo mundial. Que la revolución pueda seguir alimentando a diario a doce millones de habitantes sin descuidar el acceso a sus otras necesidades básicas, hace que todas las revoluciones valgan la pena. Actualmente Miguel Díaz Canel y Salvador Valdés Mesa, presidente y vicepresidente de Cuba, son los primeros dirigentes cubanos en alcanzar las máximas responsabilidades del gobierno sin haber participado en la guerra de liberación. Más allá del lema de su nueva generación “Somos Continuidad”, la tarea más difícil que tiene el nuevo presidente de Cuba es mantener la economía de pie y seguir adaptando el modelo socialista sin abandonar el bienestar de la población cubana.

Legado de la Revolución Cubana

Podría resumir el legado de la Revolución Cubana en los siguientes puntos:

  • Las revoluciones son posibles: La Revolución Cubana no fue simplemente un puñado de hombres barbudos que en un sueño de juventud se lanzaron a la aventura. El proceso de la guerra de guerrillas y el M-26-7 y la manutención en el poder de la Revolución Cubana por más de sesenta años fue un sacrificio meditado y planificado desde el principio, cuando se reunieron los dirigentes del Partido Ortodoxo y decidieron tomar el Cuartel Moncada hasta la creación de la “Soberana”, la vacuna cubana contra el COVID-19. Pero lo importante acá es que la capacidad de organización y la voluntad de toma del poder hicieron posible derrocar la Dictadura de Batista, poner frenos al imperialismo capitalista y consolidar un gobierno soberano. Esto sucedió en Cuba, pero puede pasar en cualquier país donde las humillaciones hacia el pueblo oprimido son cada vez mayores.
  • El socialismo es viable: Cuba ha transitado durante sus primeros años de periodo revolucionario una serie de avances en cuanto desarrollo económico, educativo y cultural. Durante estos años que contó con el apoyo del bloque soviético y sus aliados, pudo ofrecerles bienestar y dignidad a sus habitantes, mientras que le construyó soberanía a su nación, tantas veces negada en la historia cubana hasta antes de 1959. Lamentablemente, la disolución de la Unión Soviética dejó en evidencia la dependencia de la economía cubana. Pero la supervivencia que experimentó el pueblo cubano durante el “periodo especial”, fue más grande que todo. Todo un pueblo estuvo comprometido con la situación y a la altura de las circunstancias. Si ponemos el ejemplo de Rusia, su apertura al mundo capitalista y la aplicación de recetas del FMI, el desastre tardó en llegar menos que en Argentina. Sin embargo, Cuba lo superó, por un lado, repito, por la conciencia nacional del pueblo cubano y, por otro lado, por la convicción de los dirigentes y su capacidad de gestión.
  • El bloqueo sí tiene la culpa: La obsesión de ver que en Cuba termina el socialismo es más grande que el interés de ver al pueblo cubano no caer en el hambre y la desesperación. Cuando escuchamos las falacias que en Cuba está limitado hasta el uso de la pasta dental, no nos detenemos a preguntar los por qué de esa situación, solamente condenamos con frases mediáticas al sistema cubano: “dictadura”, “castrochavismo”, “atraso”, “no funciona”. Y detrás de todo eso está el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos. La siniestralidad de esta medida tomada por el gobierno pro democracias norteamericano apunta justamente a que en Cuba no ingresen alimentos e insumos de primera necesidad, es decir, los bienes de consumos diarios para vivir. Entonces, Cuba da muestras de su superioridad en capital humano e intelectual, creando, por ejemplo, una vacuna contra el COVID-19, pero no puede contar con jeringas para inocularla. Ahí es donde ataca el bloqueo, porque si esa pequeña isla que no se somete al imperialismo capitalista tuviese la posibilidad de otorgar los elementos de primera necesidad a su población, sería un enemigo más difícil aun de vencer.

(1) Columnista de LaColumnaNOA/Contacto:+5493875206852.

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