By Salta / Argentina (Por Fernando Barbarán(1).– A instancias de Mariano Moreno, apareció el 7 de junio de 1810 la Gazeta de Buenos Ayres, un pasquín donde él mismo escribía y el cual dirigía. Esta prensa escrita aparece en el momento más caliente de la Revolución de Mayo y forma parte de las prácticas de militancia política ejecutadas por Moreno que tenía como objetivo trasladar las ideas independentistas por todos los virreinatos en Latinoamérica que estaban cayendo.
El jacobino
Mariano Moreno nació el 23 de septiembre de 1778 en la ciudad de Buenos Aires en el seno de una familia burguesa, intelectual y formada. Su padre era funcionario del gobierno español y su madre pedagoga. En su casa trabajaban varios
esclavos. Tuvo un desempeño modesto en las Escuelas del Rey y el Colegio San Carlos (antecedente del actual Colegio Nacional de Buenos Aires), donde realizó sus primeros estudios, sin embargo, pasaba horas en la biblioteca del Fray Cayetano Rodríguez, uno de sus maestros, quien lo introdujo a la lectura. Desde ese entonces Moreno quería ir a formarse a la Universidad San Xavier de Chuquisaca, una de las más importantes de la época y por la cual pasaron otros grandes revolucionarios como Castelli y Monteagudo. En Chuquisaca conoció a otro sacerdote, de apellido Terrazas, quien le
facilitó libros que terminaron de formar su pensamiento revolucionario-jacobino, como ser los de Juan de Solórzano, quien escribía sobre la igualdad de derechos para los criollos y los de Jean-Jacques Rousseau, quien les dio contenido teórico a las grandes revoluciones burguesas como las de Estados Unidos o Francia. Moreno estaba estudiando teología por pedido de su padre, pero finalmente se recibió en la carrera de Derecho. Moreno regresó a Buenos Aires en matrimonio con María Guadalupe Cuenca ysu hijo Marianito. Abrió un estudio de abogados, aunque luego fue nombrado como Asesor del Cabildo de Buenos Aires. Su militancia revolucionaria (como la de abrir un diario), fueron claves para los acontecimientos de la Semana de Mayo. Moreno fue elegido como Secretario de la Primer Junta de Gobierno del 25 de mayo de 1810, sin embargo, inmediatamente surgieron diferencias con el Presidente, Cornelio Saavedra, un militar que defendía los intereses de las oligarquías vernáculas. Mariano sostenía que el camino de laindependencia debía ir acompañado de cambios sociales y económicos radicales y no simplemente una reforma administrativa de los nombres o tipo de gobierno. Moreno
era un alumno del iluminismo y la Revolución Francesa(https://lacolumnanoa.com/efemerides-necesarias-i-revolucion-francesa-tres-deudas- pendientes/), por lo tanto actuaba en consecuencia. En siete meses de gestión, Mariano Moreno impulsó una serie de reformas radicales, sostenidas por una militancia activa en las calles y en la población. Estableció una oficina de censos, planificó la formación de una Biblioteca Pública Nacional, reabrió puertos de comercios claves, liberalizó restricciones al comercio con el objetivo de fortalecer las arcas públicas, reguló el ejercicio de la Iglesia Católica, estableció ordenanzas militares y policiales para formar fuerzas locales, publicó el primer decreto de libertad de prensa, además de la Gazeta, abrió junto a Monteagudo El Independiente, otro periódico militante. Como dije recién, todo esto acompañado de activismo: pintadas, carteles, reuniones para explicar los planes, presencia en las calles y en grupos sociales.
Sus medidas lo enemistaron rápidamente con el ala conservadora del primer gobierno patrio, dirigidos por Cornelio Saavedra. A finales de 1810, ambas facciones se discutían la forma de incorporación de los delegados del resto de las ciudades del ex Virreinato del Río de la Plata a la Junta Grande de Gobierno. Los morenistas desconfiaban de la mayoría de los enviados por ser abiertamente defensores de la monarquía derrocada, mientras que los saavedristas aprovecharon esta situación para aliarse con los delegados y limitar el accionar de Mariano Moreno. Ganó Saavedra.
Moreno, al perder esta votación presenta su renuncia, pero la Junta Grande se la deniega y lo envían a una misión diplomática a Brasil y Gran Bretaña para poder conseguir apoyos para el futuro de la independencia. El 4 de marzo de 1811 Mariano
Moreno fallece en altamar luego de ingerir una sospechosa medicina suministrada por el capitán del barco en el que viajaba.
El jacobino encarnaba el ideario de los sectores que propiciaban algo más que un cambio administrativo y buscaba transformar el país con medidas económicas y sociales profundas. Se enfrentó a los sectores conservadores porque defendían el poder colonial, anticipando así las oposiciones internas que tuvieron Belgrano, San Martín o Güemes en sus campañas militares. Fue víctima de un magnicidio, el primero en la historia nacional (https://lacolumnanoa.com/efemerides-necesarias-magnicidios-e-intentos-en-la-historia-argentina/) y un ocultamiento en los manuales formativos que perduró por décadas y en esta columna estoy tratando de refrendar.
Periodismo militante
La Gazeta de Buenos Ayres fue el mayor espacio militante de Mariano Moreno. Con un carácter de “periódico oficial”, pudo difundir desde ahí sus ideas y defender la Revolución de Mayo. Este diario fue impreso y publicado entre los años 1810 y 1821 en Buenos Aires, con el objetivo de difundir los actos de gobierno de la Primera Junta. Participaron en su redacción, otros militantes revolucionarios como ser Manuel Alberti, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, entre otros. El lema del periódico era: "Tiempos de rara felicidad, son aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo".La Gazeta publicaba los decretos oficiales, difundía noticias de actualidad, pero también publicaba opiniones de los revolucionarios y mantenía prendida la llama de los ideales independentistas del nuevo gobierno. Sin embargo, tuvo un rol decisivo en la formación de opinión de la sociedad. Moreno se centraba en dos ejes para la redacción en el diario: la libertad de prensa y la propaganda gubernamental. Oficialmente, La Gazeta de Buenos Ayres fue fundada el 2 de junio de 1810, pero su primera publicación, que cuenta con una traducción del Contrato Social de Jean-Jacques Rousseau por Mariano Moreno, fue el 7 de junio de 1810. Desde el Primer Congreso Nacional de Periodistas realizado en 1938 en Córdoba, se celebra el 7 de Junio como el Día Nacional del Periodismo en Argentina.
Rol del periodista
Mucho se defiende el rol del periodista desde la posición de la libertad de prensa, es decir, desde el lugar que cada uno es libre de decir lo que quiera. El problema es que el periodismo, como cualquier profesión u oficio, al estar enmarcada en una lógica de mercado, no deja de estar ajena a la enajenación laboral. Un periodista no se convierte en periodista y automáticamente comienza a ser una persona que ejerza libremente su derecho a pensar lo que quiera y a hablar, para
nada. Principalmente, está inserto en la maquinaria de supervivencia y lo único que puede poner en venta para poder subsistir es su fuerza de trabajo, que en su caso, es la capacidad de crear y difundir contenido. Entonces, es cooptado por empresas, carteles o monopolios de comunicación que le otorgan un rol, tareas específicas y responsabilidades estrechamente vinculadas a la cantidad de dinero mensual que recibirá por el simple hecho de trabajar como periodista. Por esto es que existen todos esos periodistas que cínicamente difunden noticias falsas, provocando desinformación y construyendo un falaz sentido común en la sociedad.
En cuanto al periodista como gestor de un medio de comunicación, siempre estará condicionado a la pauta publicitaria que reciba para poder subsistir él y su proyecto comunicacional. Se vuelve a repetir la lógica de mercado, que vuelve a limitar la libertad de la que se jacta el periodista. El periodista que trabaja o gestiona un medio de comunicación alternativo y busca escapar de esta prisión capitalista, quiere decir que tomo autoconciencia y sabe que la carrera será difícil, ya que enfrente tiene a monopolios concentrados de medios de comunicación que si quieren lo absorben de un solo bocado.
Entonces, en el sistema de mercado capitalista, ¿existe la libertad de prensa o es simplemente una libertad de empresa con dientes de lobo y disfrazada de piel de cordero pintada con “libertad de expresión”? Este análisis, por más crudo que sea, no deja de ser necesario. Sin embargo, se reconoce el trabajo de miles de camaradas periodistas que luchan día a día por la difusión de hechos, por los cuales hasta dieron la vida algunos. Desde este espacio, no dejamos de saludarnos y felicitarnos por este trabajo tan sacrificado, pero útil para los que buscan quitarse el velo y ver con claridad.
(1) Columnista en LaColumnaNOA/Columnista en Radio Novgorod – Radio Dínamo 100.9/Contacto:ferbarbaran@hotmail.com/Whatsapp: +5493875206852
