By Bariloche / Argentina -A pesar de los esfuerzos desplegados por el Ministerio de Seguridad, las manifestaciones en repudio a la visita del presidente lograron llevarse a cabo sin contratiempos. Los bloqueos y cortes de tráfico se materializaron en las cercanías del aeropuerto de la ciudad patagónica, desafiando las medidas de control establecidas por las autoridades
En una fría jornada en la ciudad de Bariloche, las calles se vieron colmadas de manifestantes pertenecientes a la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), quienes expresaron su rechazo a las políticas de ajuste implementadas por el gobierno nacional encabezado por el presidente Milei. A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Seguridad por mantener el orden, las protestas se llevaron a cabo en las inmediaciones del aeropuerto local, dificultando la movilidad de vehículos y generando un clima de tensión en la ciudad patagónica.
Desde tempranas horas de la mañana, los miembros de ATE se congregaron en el área del aeropuerto, bloqueando el acceso y salida de automóviles. Por su parte, la CGT y la CTA de los Trabajadores se situaron cerca del hotel donde se desarrollaba un foro, en el cual se esperaba la presencia del presidente.
El presidente Milei, buscando evitar posibles enfrentamientos con los manifestantes, optó por llegar a Bariloche durante la noche anterior en helicóptero, utilizando la aeronave presidencial Tango 11. Se alojó en las lujosas suites del hotel propiedad del empresario Eduardo Elsztain, quien gentilmente cedió sus instalaciones para el evento. Las críticas hacia Milei y su gobierno no tardaron en surgir. Rodolfo Aguiar, titular de ATE nacional, declaró al presidente como persona no grata y lo acusó de cobardía por evitar el contacto directo con los ciudadanos. Aguiar denunció la pérdida de fondos para la provincia de Río Negro desde la asunción de Milei, argumentando que se están sacrificando los ingresos de la región en beneficio de los grandes empresarios.
Por otro lado, la CGT entregó una carta abierta al gobierno, expresando su rechazo al plan de ajuste y criticando la preferencia del gobierno por favorecer a los sectores empresariales en detrimento de los trabajadores. Destacaron la riqueza de la región patagónica y exigieron salarios dignos, así como la protección de los empleos estatales y el fortalecimiento de servicios públicos esenciales como la educación y la salud.
